Polin es una empresa que diseña y construye parques acuáticos en todo el mundo. El encargo consistía en mostrar cómo las personas disfrutan de sus atracciones, capturando la experiencia más allá de las instalaciones.
Para este proyecto decidí trabajar con un housing de Aquatica, lo que me permitió acercar la cámara al máximo y sumergirme en la acción. De esta forma pude retratar risas, sorpresa y adrenalina, todo acompañado por la energía del agua en movimiento y las salpicaduras que forman parte de la experiencia.
El resultado fue una serie en blanco y negro que transforma la diversión efímera en imágenes atemporales, resaltando las emociones puras por encima del color y mostrando la esencia de lo que significa disfrutar en un parque acuático.